sábado, 9 de marzo de 2013

Capítulo 79º: Khaku



Kira sintió las sombras a su alrededor. Sabía que corría peligro. Aquellas medidas de seguridad no le reconocerían. Debía salir de la casa. Liberó una gran cantidad de Chakra que hizo a las sombras alejarse. Comenzó a correr hacia la puerta, pero ésta se alejaba. ¿Qué ocurría?
Hizo unos sellos y liberó la gran bola de fuego, provocando que la pared saliera ardiendo y formando un agujero. Comenzó a correr hacia allí y salió al pasillo. Abajo, Homare Nekokara observaba, en guardia.
-No hay tiempo para explicaciones, corre.
Los dos salieron de la casa y se sintieron aliviados. Pero la cosa no acabó allí. Las sombras de la casa se expandieron por el rocoso suelo de la fantasmal aldea, comiéndose los edificios y arrastrando la nada. De repente, en el centro de la aldea comenzó a formarse una especie de criatura, que se erguió como una montaña.
Los ninjas retrocedieron, pero las sombras les agarraron los pies. Las sombras comenzaron a moverse, y la enorme criatura que había en el centro sonrió. Kira tenía que hacer algo, ya que ni sus ataques ni los de Homare servían.
-¡Khaku!-gritó-. Soy yo. Soy Kira.
                                        
Tsuna Makato contempló a Kauthon, su chunin, uno de los mejores ninjas que jamás había conocido. Herido, sangrante. Aquel hombre enmascarado debía ser realmente fuerte para haber logrado aquello. ¡Había vencido a uno de los mejores Makato que jamás habían existido!
-¿Qué hacemos con él?-preguntó Hiroshima.
-No pienso perder a un miembro y familia. Y ciego nos es inútil.-Tsuna se levantó y miró a Hiroishi.
-¿Qué ocurre, capitana?
-Somos un miembro de más. En este juego solo participan dos genin y el chunin. Sin embargo, yo estoy aquí, porque había mi clon de fuego aún está activo. Pero así pierde gracia.
-No irás a...
-Dame tus ojos, Nekokara-los ojos de Tsuna se volvieron completamente morados y de su cuerpo comenzó a salir humo. Su capa parecía a punto de salir ardiendo y su pelo se levantó.
-No podrás hacerme nada. ¡Jutsu Secreto, Ojo de Luz!
-¡Jutsu Milenario, Dragón Amatista!

Las sombras comenzaron a encoger y a unirse en un punto medio. Y, cuando todo se acabó, un hombre apareció en el lugar en el que se había alzado la criatura. Era un hombre bastante mayor y con cicatrices en la cara.


-¿Kira?
-Khaku Nara. Cuanto tiempo-los dos se dieron la mano. Homare parecía confuso.
-Ahora que tenemos el cuaderno y a este hombre, podemos volver a la Villa-Kira sonrió a Homare, que desvió la mirada.

Kauthon miró sus manos. Se sentía tan vivo... Saltó a la copa de un árbol y abrió mucho los ojos. Gritó con fuerza y liberó una llamarada por la boca. Abajo, Tsuna acabó de incinerar a Hiroishi Nekokara.


No hay comentarios:

Publicar un comentario