Netz no pudo evitar enarcar una ceja ante tan dinámica respuesta. El muchacho sonreía abiertamente, levantando su pulgar ante su rostro. Soun, a su lado, también sonreía, pero su mueca, a diferencia de la del chico, era oscura y desalentadora.
-¿Os han hecho daño, Netz?-su voz se mecía entre la burla y la soberbia.
La Nekokara bajó la vista, siempre amedrentada ante su prima.
-Estamos bien, gracias-respondió Kai tratando de apaciguar los malos ánimos.
-¿Y Hikari? ¿Está bien?-prosiguió la Nekokara de pelo oscuro con un deje acusador.
Kai miró de reojo a Hikari, que aún temblaba con los ojos extremadamente abiertos y los brazos apretados contra el pecho con demasiada fuerza. Kai sintió el impulso de correr a abrazarla, pero se reprimió, molesto ante tantas miradas.
Los de los otros equipos tampoco parecían estar demasiado cómodos. El Equipo de Sam observaba la escena con recelo, sin saber si meterse en la conversación, y el Equipo de Raijitz, salvo Soun, parecían ardiendo en deseos de marchar de allí. Finalmente, fue Sam quien rompió el silencio, inseguro.
-Mirar, nosotros... Estamos haciendo equipo juntos. No va contra las reglas, pero tiene el inconveniente de que, por un lado, no quedará un Equipo por encima del otro, ya que empataremos, y por el otro, de que nuestros compañeros verán nuestras técnicas y estaremos en desventaja si más tarde luchamos en las siguientes pruebas. Pero nos habéis ayudado con los Makato, así que creo que... Podéis uniros si así lo deseáis.
Soun sonrió abiertamente, entrecerrando los ojos. Después, miró a Rajitz con semblante apremiante.
-Creo que...-dijo el moreno chico-Creo que no hace falta, Sam. Seguiremos por nuestra cuenta.
Soun comenzó a caminar, seguida por el chunin. Por último, el muchacho rubio les siguió, no sin antes dirigirse a ellos de nuevo para levantar el pulgar.
-Suerte, chicos-exclamó giñando un ojo.
Los siguientes días de la prueba continuaron sin ningún sobresalto. Los Makato no volvieron a aparecer, y tampoco se cruzaron con el Equipo de Soun. Hikari se recuperó pronto, y actuó el resto del tiempo como si nada hubiera sucedido. Antes de que llegase el segundo atarceder, la sirena anunció el final de la primera prueba.
-A todos los aspirantes a Chunin, acudan a la puerta principal, por favor-decía una voz monótona.
Cansados pero aliviados, los ninjas buscaron cuanto antes la salida de aquel frondoso bosque. Sam y Kai les alentaban, diciendo que lo habían hecho verdaderamente bien, pero los ánimos no eran todo lo altos que podían haber sido.
-Oye, Netz-dijo Bakhi mientras corrían por el bosque-¿Esa tal Soun, es de tu Clan?
La chica se sintió intimidada ante la repentina pregunta.
-Sí, lo es. Una de las mejores ninjas del Clan Nekokara.
Kecleon, en el brazo de Bakhi, ondeó su larga lengua emitiendo un pequeño rugido.
-No me gustó su mirada-dijo repentinamente el muchacho.
Netz le miró, extrañada. El chico de piel aceitunada miraba al frente con expresión ensimismada.
-¿Su mirada?-musitó ella en un susurro.
Sin embargo, Bakhi la escuchó.
-Sí, lo... Lo siento. No quiero decir que vuestros ojos sean raros o algo así-comenzó a explicar nerviosamente-. En ningún momento quería meterme con el Ojo de Gato. Es decir, guau, el Ojo de Gato es genial. Pero ella... Era como...
-Sé lo que quieres decir, tranquilo-se apresuró a decir Netz. El muchacho enrojeció a causa del malentendido, lo que hizo que Netz sintiera algo de ternura por él-A mí... A mí tampoco me gusta mucho ella.
Bakhi bajó la mirada, pero rápidamente la subió para mirar a la chica. Abrió la boca para decir algo, pero en ese momento, divisaron la puerta principal y la sirena volvió a llamarles.
Lo que yo creo que estás buscando es una excusa para faltar a tus principios.
Hanzo, lider de Amegakure.
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